Basados en investigaciones psicológicas estos son unos
consejos para estudiar más efectivamente (a pesar de parecer contra lo que se supone debe hacerse), por
Dr. Nate Kornell (UCLA):
Espaciar el estudio. En vez de sesiones maratónicas y noches en vela, conviene repartir el material de estudio, por ejemplo un día estudiar un capítulo o lo que sea y otro día repasar.
Hacerse preguntas. Preguntarse y examinarse a sí mismo crea memorias poderosas. Además permite diagnosticarse y corregirse antes del examen. Pero el secreto es no testearse inmediatamente después de estudiar cuando la memoria está fresca, hay que hacerlo después de un tiempo.
Resumir e integrar. Después de ir a clase o estudiar un capítulo conviene resumir los puntos principales. Este proceso conocido como integración del conocimiento crea una memoria duradera de lo estudiado y tiene el beneficio de obligarte a recordar el material (para resumirlo). Una forma de aplicar esto es aprender enseñando, es decir contarles a otros lo que aprendimos. Explicar requiere capacidad de resumir y de integrar y además permite advertir los propios fallos y deficiencias.
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