martes, septiembre 13, 2005

Freud y su adiccion a la cocaina y al tabaco



No se puede minimizar inocentemente las profundas alteraciones asociativas, cognitivas y emocionales que la ingesta de una alta dosis permanente -como en el caso de Freud- puede provocar en una persona sensible a la sustancia adictiva. Más aun si está potenciada por el abuso de tabaco en enormes cigarros con los que el creador del psicoanálisis aparece en muchas fotos.

Todo esto abre una interesante perspectiva antropológica que une las plantas usadas por los chamanes incaicos desde tiempos inmemoriales y las técnicas y las construcciones teóricas del psicoanálisis, muchas de las cuales fueron, al menos, facilitadas por el uso frecuente que hizo Freud en los años liminares de la construcción del edificio teórico de la Psicología del inconsciente. ¿Cuánto le deben a la cocaína la técnica de la libre asociación y las Topologías del Aparato Psíquico?, ¿cómo ayudó a abrir las primeras puertas de exploración del Inconsciente esta sustancia que fue, y es usada aun hoy día, medicinalmente por los sabios indígenas que vivían en las zonas de Perú, Colombia, Bolivia y el Norte Argentino?

Sabido es que la coca (Erithroxylon coca) se dirige fundamental al lóbulo frontal e influye directamente sobre todo el sistema nervioso, la sensación de hambre, cansancio, fatiga (para eso la usaban también los chasquis incaicos), produciendo una extraña lucidez en la asociación de las ideas y afecta rápidamente al corazón, acelerando el latido cardiaco, facilitando el impulso nervioso que hace circular la sangre y llegando a producir muertes por paro cardio-respiratorio, justamente a partir de ese motivo. Desde épocas remotas y todavía en este siglo, las hojas de Coca son usadas en todos los rituales religiosos de la zonas mencionadas por los chamanes indígenas, quienes en verdad descubrieron sus usos medicinales de la planta de la cual se extrae, a través de un proceso verdaderamente alquímico, el poderoso “oro blanco”. Su uso no era sólo sacrificial y como ofrenda, ese es su aspecto degradado y menos importante que subsiste hoy en día. En verdad los sacerdotes y chamanes ingerían la sustancia, como cualquier antropólogo nos puede informar, para lograr estados de trance que les permitiera una comunicación más directa, una comunicación sin trabas con los Dioses y Demonios que regulaban sus creencias.

Polémica e interesante nota para leer en:
http://www.sexovida.com/psicologia/freud5.htm